Experiencias con pacientes

brujo de las huaringas

El maleficio o brujería, similar a una dolencia progresiva tipo cáncer, se torna incurable y permanente sin un diagnóstico temprano. Comúnmente vemos a personas desmejoradas en la parte física y en lo espiritual, imposibilitados de ejercer sus profesiones, empresas que decaen en pleno auge, carreras académicas interrumpidas o llenas de barreras, o miembros de familias pacíficas que se ven sumidos en conflictos. Estas situaciones a menudo permanecen sin explicación. El maleficio o brujería se disfraza de enfermedades misteriosas, muchas veces imitando afecciones orgánicas.

En mi práctica, me he topado con casos tan severos que para su alivio ha sido necesario confrontar a hechiceros de alta envergadura y oscuros entes del inframundo. En otros casos, he logrado rehabilitar a personas cuyos nombres fueron ocultados en alturas montañosas o sepulturas, o incluso desparramados por océanos o en el lecho de estanques.

Solo mediante la intervención celestial y las bondades de mi mesa he logrado rescatar sus almas y reintegrarlas a sus cuerpos, alcanzando su restablecimiento. Los relatos que expondré a continuación son extractos de las interacciones que he mantenido con individuos que vinieron a mí buscando remedio para sus dolencias o mejoras en sus destinos, los cuales, por fortuna divina y la virtud de mi mesa, he logrado atender eficazmente.

En el año 1990, me instalé en Lima y una vez asentado en el distrito de Comas, comencé mis primeras terapias de sanación. Nunca imaginé que acogería a una señora de la distante Huaraz (una región del departamento de Ancash), quien había emprendido una extensa travesía para encontrarme. Sus cinco vástagos, presentes en su llegada, rogaron por una cura para su progenitora, ya que había sido desahuciada por profesionales de la salud y sanadores. Me aproximé, verifiqué su estado mediante el pulso y noté su gran debilidad y la inminencia de su fallecimiento. A pesar de ello, sus descendientes me presionaron a optar entre emprender un tratamiento salvador o aceptar su inminente partida. Decidí optar por la primera opción.

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